Grooming

¿Cómo acompañar a niñas, niños y adolescentes frente al grooming?

 La protección digital de niñas, niños y adolescentes (NNyA) requiere acompañar cada etapa de su desarrollo de manera específica.

En la infancia, el rol adulto es más activo: proteger, poner límites, supervisar el uso de dispositivos y explicar con claridad. En la adolescencia, en cambio, el foco está en generar confianza, respetar su autonomía y ofrecer apoyo sin juzgar.

Durante la infancia, evitar el adultocentrismo es clave: sentarse en el suelo, escuchar con atención qué les interesa o preocupa en sus juegos o redes sociales, y no minimizarlo. A veces, los chicos temen más al “qué va a decir mamá o papá” que al delito en sí mismo.  Las prohibiciones sin explicación alejan; las reglas claras, con diálogo, abren caminos de confianza.

En la adolescencia, el acompañamiento requiere disponibilidad, empatía y ayuda incondicional ante el riesgo. Muchas situaciones de grooming empiezan con conversaciones agradables, intercambios propios de una edad exploratoria del mundo sensual y sexual, y dentro de esta búsqueda algo se rompe y se torna incómodo o amenazante.

La vergüenza y la culpa se disparan y suele ser la trampa perfecta para que los adolescentes no hablen ni pidan ayuda. Es importante dejar en claro que nunca es su culpa: Quien manipula, extorsiona o violenta a un/a adolescente está cometiendo un delito.

¿Qué hacer ante una situación de grooming?

  • Escuchar sin interrumpir ni juzgar.
  • Agradecer la confianza.
  • Guardar chats, perfiles y fechas.
  • No borrar mensajes ni contactar al agresor.
  • Denunciar (Comisaría de la mujer o Fiscalía Moreno 25).
  • Buscar apoyo profesional y familiar.

Si trabajás en una escuela, club o espacio público y detectás grooming, tenés la obligación de denunciarEstar cerca, disponibles y sin prejuicios puede ser lo que permita que un NNyA se anime a pedir ayuda