El amor… ¿todo lo puede?
Desde que somos niñxs, los cuentos, canciones, películas, series y publicidades nos transmiten ideas sobre cómo “debería” ser el amor. Esas representaciones muchas veces instalan creencias poco realistas o incluso dañinas sobre los vínculos, que también atraviesan a las adolescencias.
Como personas adultas que acompañamos, es importante cuestionar esos mensajes y habilitar espacios para hablar sobre el amor, el deseo, los celos, la confianza, la intimidad y los límites.
Algunas creencias que vale la pena revisar:
“Mi media naranja”: esta idea de que hay una sola persona destinada para nosotrxs, y que sin esa persona no somos nadie, puede fomentar relaciones de dependencia emocional.
“Me cela porque me ama”: los celos no son una prueba de amor, sino una forma de control que vulnera la privacidad y la libertad del otrx.
“El amor todo lo puede”: creer que todo se justifica en nombre del amor puede llevar a naturalizar actitudes dañinas o incluso violentas.
“El amor es para siempre”: esta idea puede generar culpa o sufrimiento frente a una separación, y llevar a tolerar vínculos insanos por miedo al fracaso o al abandono.
Como personas adultas, podemos ayudar a identificar señales de alerta en los vínculos que construyen las adolescencias:
– Comentarios constantes sobre cómo vestirse.
– Revisar sus redes sociales o el celular sin permiso.
– Burlas, humillaciones o gritos.
– Celos y control.
– Aislamiento de amistades o familiares.
– Presiones para tener relaciones sexuales.
– Amenazas o manipulación emocional.
Si observas alguna de estas situaciones, o si unx adolescente te lo comparte, es importante escuchar sin juzgar, validar lo que siente, y ofrecer acompañamiento para buscar ayuda, sin imponer decisiones.
Promover vínculos saludables también implica hablar sobre:
– El respeto por los tiempos, deseos y límites del otrx.
– La confianza y la comunicación como base del vínculo.
– La autonomía para decidir con quién estar, cómo y cuándo.
– La importancia del consentimiento en cualquier encuentro íntimo.
– El cuidado de la salud sexual y reproductiva, con acceso a métodos anticonceptivos y protección frente a ITS.
El rol adulto no es controlar ni vigilar, sino habilitar conversaciones honestas y afectuosas, que permitan a lxs adolescentes construir relaciones más libres, equitativas y cuidadas. En Mi Mundo, estamos para ayudarte. ¡Contactanos!